jueves, noviembre 22, 2007

3º Muerte: Apatía (Bésame y muere)


¿Qué se siente cuando pierdes todo lo que quieres?

Estás harta de la indiferencia, y lo sabes. En el fondo no te lo crees. Quieres pensar que puedes, que eres perfectamente capaz de hacerlo, de ser fría. Como el hielo. Y estás tan orgullosa de ti misma... Pero sabes que estabas destinada, o condenada, a ello. Desde niña sabías que llegarías lejos, que marcarías la diferencia. Y ahora, ¿qué? Ya no hay motivos para marcarla. Ya lo eres. Lo eres y te gusta, pero... Ya no queda nadie por quien marcarla. Sabes que ahí fuera hay muchas cosas buenas, y aunque las aprecias, no priorizas. No te importa, ni siquiera te interesa. Ni lo bueno, ni lo malo.

Te aburres. Te aburres de vivir y tratas de evadirte. Matar el tiempo... y evitar pensar. Humo, música, cine, series, baile, rap... No importa. El caso es ALEJARSE. ALEJARse.. ALEjarse... alejarse....

Alejarte de una realidad que entiendes demasiado bien, que conoces demasiado. Una realidad que ya no puede perturbarte. Te evades, por vivir demasiado en la realidad. Y vivir tan deprisa. Vieja prematura... Acojonada... Sabes que tanta asimilación no puede ser buena. Sabes que explotarás. Sabes demasiado. Sabes que te mintieron cuando, de adolescente, dijeron que todo se te pasaría.

Y lo que mejor sabes es que te da igual...

Apatía.

Vendiste tu alma. Te convertiste en la puta de hielo.

miércoles, mayo 23, 2007

2º Beso: Esperanza (Bésame y muere)



Tú eres mi sinónimo de felicidad. Y lo que es mejor… De máxima tristeza...

Yo soy sinónimo de farsa, de obsesión, incluso de falsa esperanza. Soy una chica de paso... nada más. Me acerco a la gente, la grabo a fuego y me voy. Me esfumo.

No todo el mundo puede grabar a fuego...

No he dicho lo contrario… Pero el fuego duele también, aunque el tatuaje sea precioso…
De pequeña pensaba que era un ángel. Nada religioso, sólo el símbolo. Un ser enviado para hacer algo por los demás. Condenado a su vez a no recibir aquello que da. A veces lo sigo pensando, por mi historial, pero soy un ángel corrompido… No… No es la palabra. Ninguna lo es…

… Soy un espejismo, bonito pero irreal. Y lo irreal es angustioso. Así que puede que sí, soy la ambivalencia. La felicidad y la máxima tristeza. La felicidad de hallar aquello que ansías y la tristeza de ver que sólo era proyecto de tu mente...

Un espejismo.

A veces creo que soy un ser que se alimenta de esperanzas. Lo peor es que no son propias. Es como si me alimentase atormentando con la esperanza. Soy capaz de ver lo que alguna gente quiere, lo que más ansía, lo que busca. Lo que espera. Sé qué quieren oír, qué quieren conocer. Sé que puedo ser esa persona, y me gusta ver como su esperanza aumenta. Pero ya he dicho que soy de paso… No puedo quedarme mucho tiempo. Entonces llega el tormento.

Me gusta el lema de esperanza 0. No esperar nada, simplemente recibir.

Si no esperas nada, nada te decepciona.

¿Y tú qué esperas?

…No lo sé. Puede que nada...

Pause. (Tómate un momento para pensar).

… A la esperanza.




www.myspace.com/besameymuere

sábado, mayo 05, 2007

2ª Muerte: Lo siento (Bésame y muere)



Cariño, creo que deberíamos dejarlo...

H
I
P
O
C
R
E
S
I
A

Lo siento muchísimo, ¡me siento fatal por hacerte esto! ¡Eres tan bueno conmigo! Has sido el mejor, sin duda... Simplemente necesito tiempo... No es por ti, es por mí, ¡no estoy bien! ¿Podrás perdonarme? ¡No quiero perderte!
¡Lo siento!


D
I
P
L
O
M
A
C
I
A

Estoy muy confusa con mis sentimientos. Necesito tiempo para pensar, en todo, y en lo nuestro. Espero que puedas entenderlo. Si no, lo comprenderé. Quiero que sepas que no has hecho nada malo, simplemente no estoy preparada... Me gustaría que fuésemos amigos.
Lo siento...


S
I
N
C
E
R
I
D
A
D

Ya no te quiero. No soy capaz de querer a nadie. Es algo que sabía desde el principio y sin embargo seguí. Por probar. Te has portado bien conmigo, y te lo agradezco. Aunque tal vez fuiste demasiado débil, te encariñaste demasiado. Ha sido bonito... Pero aquí se ha acabado.
Lo siento.







Tú eliges.

miércoles, mayo 02, 2007

1ª Muerte: Soy (Bésame y muere)



Soy egoísta porque pienso en mí cuando tomo decisiones sobre mi vida. No me importa lo que puedan sentir los demás y es más que probable que nunca los tenga en cuenta a no ser que me convenga hacerlo.

Soy prepotente porque llevo años observándoos. Sois predecibles, simples entes llenas de adornos que os colocáis para ocultar la realidad de vuestra escasa complejidad. Pocas excepciones. La mayoría no sois más que gente. Humanos de relleno. Cada vez quedan menos personas.

Soy narcisista porque me conozco. Porque mi reflejo es lo más real que conozco y a la vez lo más difuso... es lo más completo. Mis dos personalidades han luchado durante años y por fin se han reconciliado. Eso consigue que me haga cada vez más fuerte. Adoro al espectro que devuelve mi espejo porque siempre ha estado ahí y ha sido mi mejor psicólogo. Y eso está a años luz de lo que vosotros podríais conseguir.

Soy megalómana porque sé lo que soy capaz de hacer. Porque sé que tengo grandes poderes a mi favor que puedo usar con, o contra, vosotros. Porque mi mente es privilegiada y está cuidadosamente amueblada aunque para vuestros inadaptados ojos pueda parecer lo contrario.

Soy farsante porque es la única verdad que sois capaces de asumir. Porque me gusta confundiros y que os perdáis. Me gusta ver cómo os frustráis y sobretodo cómo hacéis estúpidos análisis y conjeturas sobre mi persona jugando a ser psicólogos.

Soy radical cuando compruebo que con ello llegáis al límite.

Soy contradictoria porque no doy nada por hecho.

Soy escéptica y no afirmo que lo sea.

Soy como soy y es lo que sé.

martes, mayo 01, 2007

1º Beso: Llorar (Bésame y muere)




Bombo Bombo Caja Bombo Bombo Caja


La música sonaba y yo seguía el ritmo casi por inercia mientras dibujaba en mi cuaderno. Después de tantos años... Había comprado un bloc y un portaminas y ahora estaba tratando de dar sombra a la mano tendida, en el frío suelo del folio, con un bote de pastillas. Por algún motivo sentía la necesidad de dibujar algo inerte, impactante, algo que posiblemente me diese miedo recordar.
Observé mis manos por un instante, las imaginé muertas. Grises, incluso delicadas. Como una pieza de una antigua estatua de mármol. Solté el cuaderno.

Bombo Bombo Caja Bombo Bombo Caja

El sonido cada vez era más fuerte y mi mente empezaba a chirriar. Era el estruendo del recuerdo. Las canciones que son capaces de fustigarte. Aquella melodía que se convirtió en tu destrucción.
Hiperventilé. Sentí como si mi alma se hubiese quedado atrapada en la epiglotis; como si mis fantasmas me hubiesen dado un puñetazo en el estómago provocándome una fuerte arcada que trataba inútilmente de expulsar todas las pesadillas de mi mente, mis miedos, mis más oscuros pensamientos. No tuve éxito. Una lágrima impaciente comenzó a resbalar por mi mejilla, adheriéndose a la piel, quemando como si fuese ácido. Una lágrima y mil más. Intenté respirar, actuar... y mi cuerpo se limitó a llorar en silencio. Compulsivamente, entre gemidos tan ténues que resultaban espeluznantes. Una imagen poco agradable para alguien ajeno. LLORABA. Lloraba y no podía controlarlo, ni quería. A medida que el llanto raspaba mis pómulos sentía como el sufrimiento me iba llenando sin desbordarse. Una muerte que da vida. Una soga que te salva.
Lloraba y quería seguir haciéndolo porque así, mientras lloraba, me alejaba del camino de la imperturbabilidad, la frialdad. Un camino que aún no es momento de tomar.

Bombo Bombo Caja Bombo Bombo Caja
Bombo Bombo Caja Bombo Bombo Caja

Poco a poco la calma me iba envolviendo. Al fin y al cabo lo que provocó el llanto fue mi mente. Mi propia terapia. Llorar. Llorar por todo lo horrible que pasó, pasa o puede pasar, y prepararse. Prepararse para ser fuerte. Llorar porque sabes que cuando esos momentos lleguen es posible que ya no seas capaz de soltar una sola lágrima. Llorar para quedarse seca.
Llorar por todas las batallas que has luchado.

Y aún acaban de empezar.



www.myspace.com/besameymuere

lunes, abril 30, 2007

Qué importa




El sufrimiento es la esencia de la vida. Por eso sufro, por eso busco sufrir. Condenada a la soledad por ser yo misma mi propia juez. Yo me impongo el castigo, con el único fin de sentirme viva. Aunque vaya muriendo poco a poco en perspectiva externa. No soy feliz, ni lo busco. Simplemente necesito avanzar en el juego de la vida, que me encanta y que aún no termino de comprender. Muevo y pierdo fichas en pos de mi avance, y esas fichas perduran en la caja de mi recuerdo. Están ahí y puedo saber que en un tiempo estuvieron en mi campo, pero ya no las podré sacar más. Tuve que sacrificarlas, o directamente se autoinmolaron.

Personas que nunca abandonarán mi mente, que me fustigan. Sombras fantasmagóricas que aniquilan toda esperanza con su presencia. No es que sea mala... Es que aún no he sabido adaptarme al simple espíritu, en vez de al habitual conjunto.

O tal vez...

Tal vez sea mi propia mente la que refleja su espectro, flagelándome. Lo que me convertiría en autoflageladora. Tal vez... Tal vez ese látigo de culpabilidad sea merecido, aunque ficticio. O quizás sea el mejor mecanismo de defensa que tengo. O posiblemente el único. ¿Quién sabe?

Pero qué importa todo... Si al final todos acabamos esforzándonos por no saber.

martes, marzo 27, 2007

Farsa




Hay ciertos sonidos que son iguales, estés en la ciudad que estés. El ruido de los coches, las ambulancias, la policía... Y por un fugaz segundo... puedes cerrar los ojos y transportarte mentalmente donde quieras. Dejar que una lágrima de emoción te recorra el rostro mientras recuerdas los buenos momentos. Y algunos no tan buenos... Una persona incomprendida en una ciudad demasiado conocida. Llegó el momento de ser incomprendida en una ciudad desconocida, al menos no espera que nadie la entienda allí. Tampoco le importa. Sus posibilidades, su rol, ahora es otro. Es el momento de controlar el áuriga de su vida.

Camina entre su niebla y la lluvia. Se embriaga del aire que respira. No es sino libertad que se cuela dentro, como una sensación de paz, de levitación. Y pequeños rayos de esperanza que se cuelan entre las paredes blancas y las columnas amarillas. Siente que se repite, pero simplemente trata de perfeccionar la nueva receta que ahora bate en su cabeza. Aunque falta algo... O sobra algún ingrediente. O tal vez, hace una combinación peligrosa. No lo sabe, pero se atemoriza, le asusta su futuro. Lo observa, frunciendo el entrecejo, sin entender por qué el camino sigue. Ni a dónde va. Y, la verdad, es que generalmente le es indiferente. Tiene sus objetivos momentáneos, pero calculados. Y siempre le han servido. Pero las voces dicen que es el momento de cambiar...

Dicen que debe callar, en duelo, a toda voz de su interior ajena a su realidad.

¿Y qué realidad?..

... Entonces sonríe, en un gesto de satisfación por su conclusión: "Ya vuelvo a tener diálogos profundos con mi mente, je... ¡Serás farsante, pilliiiiina!"

lunes, marzo 26, 2007

Lluvia




Por momentos, el olor de la ciudad hace que baje la guardia. Las calles húmedas huelen a jazmín y naranjo. Está lloviendo. Las gotas caen en perfecta armonía y en mi mente se oye el repique constante de estas. Inspiro. Los recuerdos llegan, no de golpe, pausadamente pero lo suficientemente rápido como para marearme. Son los reflejos de los fantasmas de un pasado que acabo de dejar atrás. No puedo aún dejar de verlos, están ahí porque yo los proyecto en mi imaginación, acercándome ligeramente a la anestesia sentimental como único método de autodefensa. Y por un instante... Por un instante noto un pitido agudo en mi cabeza, el eco de las voces que gritan en mi interior, todo preguntas.

Caer es fácil, levantarse no tanto. Y te levantas. Vuelves a caer, y vuelves a levantar, y a caer y... Un ciclo repetitivo de un tira y afloja que dejó de tener gracia hace mucho tiempo. Y piensas: "¿Cuándo parará?". Tal vez no pare nunca, pero prefieres negar esa idea, y sigues levantándote, porque sabes que ese gesto te llevará a tu propia fortaleza. Te hará inmune. Tarde o temprano. Te preguntas en silencio cuándo dejarás de darte golpes contra la pared por tus errores. Cuándo dejarás de autoflagelarte por situaciones impuestas que no pudiste solventar. Y tantas cosas perdidas... Tantas. Y a veces, llega un momento en el que lo que has perdido es el control de ti mismo. No te sientes libre, ni dueño de ti. Necesitas escapar de un asfalto que te asfixia, de calles que te gritan tus memorias. Necesitas andar, como yo ahora, por la calle mojada. Sintiéndote libre poco a poco, notando el desarraigo. Siendo tú, o siendo como quieres que te vean. Pero siempre al mando. Notas la llave de tu vida en tu bolsillo y crees que podrás usarla cuando quieras.

E inspiras... Inspiras cada aroma de tu alrededor y dejas que te embriague. Porque no huele a polvo, a humo de coche o a basura, ni siquiera a jazmín...
... Huele a tu nueva vida. Una nueva vida llena de caídas, pero ahora, te has hecho con una cuerda.

domingo, marzo 25, 2007

He venido conmigo



Me encuentro sin rumbo en una ciudad-destino. Camino, escuchando mis pasos, respirando el sendero. Extiendo mi mano, tratando de alcanzar los tejados mientras noto como el sol se adentra en mi cuerpo, por la nariz. Me pierdo, me busco, ¿me encuentro? Noto el sentimiento en un vaivén de anestesia y potencia, un balancín cíclico. Las palabras se ponen en orden y deciden salir una por una, ya no se asfixian unas a otras, no se agolpan, ni se obstruyen. Simplemente fluyen.

No es alegría lo que me trasporta el viento, tampoco tristeza... Simplemente lo siento. Y lo más curioso es la necesidad de aislamiento a largo plazo en busca de una cura a mi propia locura.

Las ciudades pueden ser trampas mortales llenas de fantasmas del pasado. Momentos, regresos, que jamás saldrán de tu mente, y que lentamente, te van mantando por dentro. El corazón se congela, tu cabeza siente lástima momentánea de ti, y necesitas escapar. Escapar de la prisión de tu pasado y tu presente, para poder sentirte libre. Sentirte dueño de ti, y no solo, porque te tendrás siempre.

Por eso me evado entre los tejados, tratando de encontrar mi suerte. Pero aunque el corazón ahora esté caliente, la cabeza seguirá fría, y de frente.

Siempre de frente.